La liposucción es un tratamiento quirúrgico que existe desde hace décadas. Las técnicas han ido modificándose y mejorando con el paso de los años.

Esta técnica está basada en la extracción de depósitos localizados de grasa corporal, mediante la realización de unas incisiones mínimas que después no se notan.

Quién es candidato para una liposucción

Como equivocadamente se cree en algunos sectores, no se trata de un tratamiento adelgazante ni para perder peso. El candidato ideal para someterse a una liposucción es aquella persona que estando en un peso dentro de la normalidad, desea eliminar acúmulos de grasa. Dichos depósitos no desaparecen ni con ejercicio, ni con dieta, ni con inyecciones de productos de medicina estética, etc.  Con esta técnica se modela el contorno del cuerpo para conseguir una silueta más estilizada, bonita y proporcionada.

Dos de los ejemplos más agradecidos para la liposucción son las personas que tienen “cartucheras” o flancos (zona del “flotador”). Así se consigue estilizar mucho esas zonas, incluso les permite disminuir de talla en la ropa.

Por otro lado, es muy satisfactorio tratar varias zonas corporales a la vez, lo que también se conoce como “lipoescultura”. De este modo se consigue mejorar la silueta de forma global.

Además, el postoperatorio o recuperación de una liposucción es bastante llevadero. Permite una rápida reincorporación a la mayoría de las actividades cotidianas. Y lo que es más importante, es la única técnica que ofrece unos resultados definitivos, siempre que se lleve un estilo de vida saludable.