La decisión de someterse a una intervención de cirugía plástica ha de ser algo meditado y organizado. No puede ser algo repentino, no reflexionado, ya que el resultado, la mayoría de las veces, es irreversible. El someter al cuerpo humano a una intervención quirúrgica es un estrés para el mismo, una especie de “agresión”. Es por ello que en la cirugía estética, al tratarse de algo premeditado y organizado, tenemos la oportunidad de llevar el cuerpo a esta “agresión” (intervención quirúrgica) en unas condiciones óptimas.

¿Y cuáles van a ser estas condiciones óptimas?

Pues aquellas que proporcionen al organismo una mejor tolerancia a la intervención, una minimización de los riesgos operatorios, y una mejor y más rápida recuperación. Es decir, la idea es someter a un cuerpo a cirugía en las condiciones óptimas para que ésta suponga la menor agresión posible.

Alimentación

Estamos hablando de una buena nutrición peroperatoria, es decir, un buen estado nutricional del paciente tanto antes como después de la intervención. Esto implica estar en un índice de masa corporal adecuado, para disminuir las complicaciones, mejorar la recuperación e incluso conseguir un mejor resultado de la intervención. También implica una dieta equilibrada que nos aporte todos los nutrientes necesarios. En muchos casos hay que incrementar el aporte proteico tanto antes como después de la intervención. Y finalmente recordar que el período perioperatorio no es el momento para hacer dietas rigurosas ya que el cuerpo necesita una buena “gasolina” para recuperarse del estrés al que va a someterse.

Estado de salud

Otro aspecto a tener en cuenta es el estado de salud del paciente, habrá que evitar hacer intervenciones no necesarias a pacientes en mal estado de salud, o resolver/controlar los problemas de salud presentes antes de llevar a cabo la operación. Como por ejemplo diabetes, hipertensión arterial, problemas dermatológicos, autoinmunes, etcétera. También habrá que descartar patologías o condiciones desfavorables previas a algunas intervenciones, como por ejemplo realizar pruebas de imagen mamarias previas a una mamoplastia a partir de cierta edad, descartar problemas oftalmológicos previos a una blefaroplastia, descartar hernias abdominales previamente a una cirugía de abdomen, entre otras.

Medicación previa

También habrá que valorar los tratamientos (medicación y suplementos) que tome el paciente, porque hay algunos que pueden interferir con la operación y será necesario regularlos.

Tabaco

Muy importante es además el consumo de tabaco, se desaconseja totalmente de forma perioperatoria, ya que incrementa exponencialmente los riesgos de problemas de mala cicatrización, entre otras. De hecho existen intervenciones de cirugía plástica que no se pueden realizar hasta que el paciente no se comprometa a dejar de fumar durante el tiempo peroperatorio.

Y como es lógico también habrá que acudir a la intervención en un correcto estado de higiene personal, para disminuir riesgos de infecciones, y mantenerla tras ella.

Sueño

Finalmente, resaltar la relevancia de una correcta higiene del sueño. Un correcto descanso va a favorecer tanto la intervención como la recuperación postoperatoria, ya que un cuerpo descansado es un cuerpo con más recursos para recuperarse.

 

La Dra. Patricia Martínez es cirujana plástica colegiada, miembro del Colegio de Médicos de Valencia y de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora).