Cómo debería ser el resultado de una cirugía plástica facial

La cirugía plástica facial es la más delicada, entre otras cosas porque se trata de la cara, nuestra carta de presentación ante el mundo. Además, es la cirugía más fina y delicada.

Los pacientes suelen buscar con la cirugía plástica una mejora de ciertos rasgos o aspectos de su cara, no una transformación de la misma. Este último caso suele ser, además, difícil y de expectativas poco realistas. Por tanto, una cirugía plástica busca mejorar los rasgos anatómicos presentes, no transformarlos, entre otras cosas, porque esto no es posible en la mayoría de los casos.

Para mí, una cirugía plástica facial estará bien hecha cuando el paciente, una vez recuperado, siga siendo él mismo, una versión mejorada de él mismo, no una versión transformada ni con alteración de rasgos. La traducción de esto a la vida cotidiana suele ser que las personas que le rodean no le notan el cambio, sino que lo ven “muy bien”, muy guapo o guapa o mejorado. La mayoría de las veces las personas cercanas al paciente que se ha sometido a una cirugía plástica facial, una vez pasado el tiempo de recuperación postoperatoria, no saben qué es lo que ha pasado, no saben qué se ha operado, simplemente aprecian una mejoría totalmente natural en el rostro y apariencia de esta persona. Es decir, no se nota una cara “operada” o de “cirugía plástica” o con “cambio de expresión”.

Éste debería ser el resultado de una cirugía plástica facial, conseguir una mejoría sin que se sepa que hay una intervención quirúrgica detrás.

Resultados diferentes según donde vivimos

Esto es así, además, porque vivimos en Europa. Los cánones de belleza en otras partes del mundo, por ejemplo Estados Unidos o Latinoamérica, son diferentes a los europeos. Esto podemos apreciarlo incluso en el cine. Las películas americanas suelen presentar actores perfectos, guapísimos. Sin embargo en las películas europeas los actores son mucho más “naturales”, más “de andar por casa”. Esto es así porque tanto unas como otras identifican los cánones de belleza con los que se sienten a gusto los habitantes de dichas áreas geográficas, salvo excepciones claro.

Por tanto, cualquier cirugía estética facial ha de perseguir y aspirar a la mejoría del aspecto de la persona, con naturalidad.

La Dra. Patricia Martínez es cirujana plástica colegiada, miembro del Colegio de Médicos de Valencia y de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora).

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