En ciertas ocasiones tenemos la impresión de que nuestra especialidad, la Cirugía Plástica Estética no tiene una finalidad curativa, sino que es algo superficial y banal.

Es posible que en algunos casos así lo sea. Sin embargo, bien enfocada consigue mejorar en gran medida la vida de las personas.

Consideramos que puede ser frívola o superficial cuando persigue resultados poco naturales, exagerados o deformaciones de la anatomía humana. También consideramos inadecuada la cirugía estética cuando el paciente tiene expectativas poco realistas sobre los resultados esperables. O cuando se realiza a pacientes en condiciones no óptimas (mal estado de salud, sobrepeso, etcétera).

¿Cuándo la cirugía plástica ofrece una gran mejora en el bienestar y la autoestima del paciente?

Pues en primer lugar, cuando el paciente busca resultados naturales, acordes a su cuerpo, y realistas. No pueden buscar tener una nariz de un actor determinado cuando su anatomía es completamente distinta, por poner un ejemplo.

En segundo lugar, cuando la cirugía plástica se acompaña de una mejoría funcional en el estado de salud del paciente. Por ejemplo una reducción de pecho que “libera” al paciente, una rinoplastia que mejora los problemas respiratorios nasales, una blefaroplastia que aumenta el campo visual o evita irritaciones de los ojos.

En tercer lugar, cuando eliminamos “complejos” presentes en la vida de la gente, como en el caso de unas orejas despegadas, un abdomen voluminoso o una papada que está fuera de lugar con el resto del cuerpo de la persona.

En cuarto lugar, observamos grandes mejorías en la autoestima de los pacientes que tratamos cuando les realizamos “cirugías del envejecimiento”, como la blefaroplastia o el lifting. Las personas a las que practicamos estos tratamientos habitualmente experimentan una mejoría en su confianza personal, al ver que rejuvenecen o mejoran externamente, y esto se transmite a su interior y se sienten más animados y confiados, incluso cambian de forma de vestir o comienzan a realizar hobbies que no hacían por inseguridad. Así como incluso mejoran sus relaciones sociales.

La Dra. Patricia Martínez es cirujana plástica colegiada, miembro del Colegio de Médicos de Valencia y de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora).